Discurso pronunciado por Daniel Pérez, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, con motivo del 39º Aniversario de ‘La Constitución Española’
[dropcap color=»#888″ type=»square»]U[/dropcap]n año más y ya van 39, celebramos el aniversario de nuestra carta magna. Y en esta ocasión lo hacemos en unos momentos de especial relevancia a nivel nacional, con el desafío independentista, y la necesidad imperante de reforma lo que, obviamente pasados 39 años, ha quedado obsoleto en algunos puntos.
La Constitución es la esencia de la democracia y sirve para unir, para convivir y para integrar a identidades y a las personas vivan donde vivan.
No obstante, y mientras tanto, hay que entender el espíritu de consenso de aquellos tiempos, eran momentos difíciles y duros, donde quizá no hicimos el mejor texto, ya que todos tuvimos que hacer concesiones, pero si que hicimos un texto para dar cabida a todos y todas.
Hoy, desde esta tribuna, en estos momentos, hay que rechazar ese racismo identitario, recuperar la idea de unión de una España que en conjunto gana, que como país es capaz de alcanzar más y mejores cotas. Que los proyectos deben construirse en conjunto y nunca en solitario. Debemos acabar con esos odios, tanto de un lado como del otro, que no sirven para absolutamente nada.
En estos momentos de dificultad, hay que poner en valor el Título Octavo de la Constitución, el referido a la organización territorial del estado. Y más concretamente, el articulo 138 que habla del principio de solidaridad entre territorios, máxime cuando vemos como desde el estado se están dando privilegios a algunas comunidades frente a otras.
Caeríamos en un grave error si creyésemos que estos desafíos se resuelven únicamente primando a quienes se levantan contra la constitución, primando a los que incumplen nuestras reglas de convivencia.
También nos equivocaríamos si pensáramos que no hay que hablar, parlamentar, sentarse a negociar y buscar acuerdos, la solución no puede ser otra que esa, no puede ser una salida desproporcionada que legitime lo ilegitimo de por sí.
Amigos y amigas, conmemorar esta constitución es conmemorar los deberes y derechos de los españoles. Los deberes los tenemos claro, los derechos se deben seguir ejerciendo, ya que pese a que sobre el papel la cuestión parece clara, a efectos reales y pragmáticos, queda mucho camino por recorrer. Esto sólo será posible si a esos derechos se les blinda con leyes. Especial mención merece en estos tiempos la igualdad, que para que sea real y efectiva necesita de una mayor y mejor financiación.
Otro derecho que se ha visto mermado en los últimos años es el del Artículo 47, que dice que “todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada”. Son las instituciones las que a través de mecanismos concretos faciliten que nadie pueda quedarse sin vivienda y tenga acceso a una. Pero a su vez, el estado debe garantizar, y no lo hace, que las personas en riesgo de exclusión social no sufran desahucios, no puedan quedarse en la calle, como ha sucedido en este ultimo lustro con suma facilidad.
Por lo tanto, y para finalizar, tenemos que celebrar este día, pero con un espíritu de mejora, abogando por reformar nuestra carta magna para que nuestros derechos no sean papel, sino sean hechos. Para que nuestra constitución sea abrazada por todos y todas.