Los socialistas pedirán mañana al gobierno de Moreno Bonilla “medidas contundentes para acabar con las listas de espera, incrementar las contrataciones para promover el retorno de profesionales” y poner coto a los conciertos, que han destinado “más de 1.000 millones de dinero público a las empresas privadas”
El Grupo Municipal Socialista pedirá mañana en sesión plenaria a la Junta de Andalucía “que acabe con su gestión desastrosa de la sanidad”, con una moción que será debatida en el Ayuntamiento de Málaga. La concejala responsable del ramo en el PSOE, Carmen Martín, animará a todos los grupos municipales que se sumen “a un texto propositivo por la defensa de uno de nuestros bienes más preciados, la sanidad pública, universal, gratuita y de calidad”, puesto que se exige al gobierno de Moreno Bonilla “más recursos técnicos y humanos para mejorar la calidad asistencial que se sufre actualmente en Atención Primaria y hospitalaria en la ciudad de Málaga”.
No es la primera vez que llega una moción socialista en defensa de la sanidad al salón de plenos en lo que va de legislatura. “Moreno Bonilla está vendiendo la sanidad pública provocando listas de espera de intervenciones inasumibles, que se tarda hasta dos semanas en conseguir una cita con el especialista, que centenares de profesionales abandonan su tierra porque aquí no se contrata”, mientras que el PP andaluz “moviliza más de 1.000 millones de euros de dinero público en contratos con la sanidad privada. Moreno Bonilla manda la sanidad pública a la UCI; no escucha las voces que recriminan su gestión, puesto que cada semana hay movilizaciones para recriminarle su actuación y se ha ganado la contestación de la mayoría de sindicatos y de colectivos de profesionales sanitarios”, ha criticado la edil socialista. “Y en nuestra ciudad, tenemos un alcalde indolente que no se atreve a toserle a su compañero de partido”, le ha recriminado al regidor de Málaga, Francisco de la Torre.
Estas manifestaciones las vierte Martín un día antes de que se debata en el pleno una moción que exige además “medidas con carácter de urgencia” al Servicio Andaluz de Salud para frenar las “crecientes agresiones” a los profesionales sanitarios en los centros de la ciudad, que han aumentado en un 40% desde 2021 y que se estima se producen por el nerviosismo de pacientes y familiares por las largas esperas y el cierre de consultas. En 2020 la Junta aprobó un plan contra las agresiones, “pero no se está llevando a cabo”, ha informado la socialista. “No hay presencia de vigilantes de seguridad en la mayoría de las urgencias hospitalarias y en los centros de salud, que es donde más agresiones se producen se dan, tampoco las consultas están comunicadas por lo que ante una agresión el médico o sanitario no tiene vía de escape. Es inaceptable que nuestros sanitarios vivan con esta inseguridad, como denuncia el Colegio de Enfermería. Y desde este órgano piden a la Consejería de Salud medidas urgentes para atajar la inadmisible sucesión de agresiones a los profesionales de la salud”, ha añadido.
“El profundo deterioro de nuestro sistema público de salud se ha cebado especialmente en la Atención Primaria, con cierre parcial y restricciones en numerosos centros de salud. El pasado mes de diciembre nos encontramos con un nuevo recorte asistencial sin precedentes: el cierre de los centros de salud de Málaga capital por las tardes durante el puente de la Constitución, Navidad y Reyes, y ahora en una de las épocas de mayor afluencia a los centros de salud por los cuadros típicos de gripe y de infecciones respiratorias, algo que ocurre todos los años. La única medida que tomó la Consejería de Salud para prevenir el colapso de estos centros sanitarios fue cerrarlos”, ha explicado la concejala Carmen Martín.
La responsable de Sanidad en el grupo socialista ha manifestado además que “la demora para conseguir una cita en los centros de salud puede llegar a 30 días para una cita presencial, lo que hace que los usuarios acudan más a las urgencias hospitalarias, que, a su vez, originan que estás se encuentren colapsadas”. La saturación de las Urgencias conlleva al aumento de tiempo de espera para ser atendido por un sanitario que valore la gravedad de la patología, con el peligro que esto conlleva, así como la importante demora para la asignación de una cama de hospitalización. “Todo esto junto al cierre de camas hospitalarias por la falta de contratación de personal lleva a que las observaciones de Urgencias tengan a pacientes hasta cinco días esperando una cama para ser ingresados en planta”, ha zanjado.