Los socialistas defenderán en el próximo pleno una moción para solicitar al Instituto Municipal de la Vivienda la extensión de esta compensación, puesto que la capital “se ha convertido en una de las más caras de España, con el precio medio de 860 euros al mes por una casa de 80 metros cuadrados”
La concejala socialista Alicia Murillo ha pedido al Ayuntamiento de Málaga la prórroga de las ayudas al alquiler del Instituto Municipal de la Vivienda “porque los precios se han disparado convirtiendo a nuestra capital en una de las más caras en España, con la medida de 860 euros al mes por un piso de 80 metros cuadrados”, mientras que las instituciones financieras aconsejan que el pago por el arrendamiento o la hipoteca “no supere el 30% de los ingresos en la unidad familiar”. Así lo ha explicado en rueda de prensa junto a los concejales del PSOE Rosa del Mar Rodríguez y Pablo Orellana, en la que Murillo ha advertido que 375 familias se verán “en breve en la calle sin ayuda del alquiler”.
En la puerta del IMV junto a una malagueña en apuros económicos que necesita de estas ayudas, Murillo ha declarado que “el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales problemas de las familias malagueñas”, con precios por el arrendamiento que se ha disparado “en todos los distritos malagueños salvo el de Churriana”. Por poner ejemplos, en Ciudad Jardín ha subido un 24% en un año, en Carretera de Cádiz y Cruz de Humilladero ha crecido un 10%, mientras que el salario medio en la ciudad se sitúa el salario medio en los 1.292 euros brutos mensuales. “Si una casa cuesta al mes en torno a 800 euros y una familia cobra poco más de 1.000, no hay capacidad de ahorro para las familias. Se vive prácticamente al día”, ha señalado la responsable socialista del área de Vivienda.
“En Málaga estamos viviendo una crisis habitacional. Acceder a una vivienda en alquiler o compra es cada día más difícil. Antes de la pandemia casi 2.000 familias estaban declaradas en situación de vulnerabilidad habitacional y eran tenidas en cuenta en la valoración o sorteo de lo que habitualmente llamamos Comité FRES”. Sin embargo, este dato no está acutalizado, pertenece a meses anteriores a la declaración de la pandemia por Covid19. “No sería descabellado pensar que con las consecuencias económicas de la pandemia este dato haya aumentado”. A este dato se suma el incremento de demandantes de vivienda protegida, que ya supera las 26.000, “una crisis habitacional que tememos se agravará con la invasión rusa de Ucrania, cuyas consecuencias económicas ya estamos notando”, ha agregado Alicia Murillo.
Ayudas que no ayudan
Murillo ha criticado que las ayudas municipales para el alquiler de vivienda “cada vez ayudan menos”, si se comparan los datos ofrecidos por el Ayuntamiento de Málaga desde el primer programa que arrancó en septiembre de 2015. Esa primera edición contó con un presupuesto de 10,6 millones de euros y finalmente se ejecutó un millón menos para 791 familias beneficiarias del alquiler y 87 que cuentan con vivienda. En la segunda edición, el presupuestó cayó radicalmente hasta los 2,5 millones de euros y no llegó a ejecutarse el millón de euros, se beneficiaron 178 familias y sólo 7 encontraron una vivienda. La tercera tanda de esta ayuda contó en 2018 con un “presupuesto pírrico de apenas 1,09 millones de euros”, informa Alicia Murillo, que ha denunciado que “sólo se ejecutaron 828.507 euros para ayudar a pagar el alquiler a 48 familias, mientras que ningún malagueño se benefició de una vivienda. Ayudas que no ayudan”.
Estos planes de ayudas se han prorrogado para una sexta edición. Actualmente “entre los tres programas hay 423 familias beneficiarias, pero llama la atención este dato, más si se tiene en cuenta que en 2015 había 791 familias beneficiarias y la situación habitacional no ha mejorado, todo lo contrario, los alquileres no han dejado de subir”. Advierte la responsable socialista, que señala que la sexta edición del programa de ayudas para el alquiler, “que es la prórroga del PAA-4, tiene sólo un año de tiempo subvencionable. En doce meses no se acaban los problemas de las familias, cuya raíz se encuentra en la falta de vivienda de alquiler asequible”. Además, “dentro de 40 días se van a quedar sin ayuda del arrendamiento las 233 familias que firmaron en mayo de 2021, y ante esta situación el Ayuntamiento debe tomar la iniciativa”, ha pedido Murillo.
El programa PAA-2, de 2018, tenía una vigencia de las ayudas de tres años para las 142 familias beneficiarias. Su prórroga sólo contempla para 2022 la cantidad de 70.950 euros, “un importe notablemente inferior a la anualidad para 2021 que ascendía a 609.180 euros. Este dinero no dará para ayudar a las familias en apuros”. Además, el PAA-5 tiene entre sus condicionantes que “no podrán ser beneficiarios de estas prestaciones las familias o unidades de convivencia que sean o hayan sido perceptoras del Plan de Ayudas al Alquiler 1, 2, 3 o 4”. Luego “estas ayudas no ayudan a quienes realmente lo necesitan. Se deja a muchas familias fuera. Son ayudas que no ayudan, porque hay 375 familias que, si siguen cumpliendo los requisitos de vulnerabilidad, pueden salir del sistema de ayudas si no se produce una prórroga de estos planes”, ha zanjado Alicia Murillo.
Durante la rueda de prensa, que ha tenido lugar junto a la sede del Instituto Municipal de la Vivienda en la capital, ha tomado la palabra Idelfonsa Ulloa, “beneficiaria de la ayuda del alquiler desde el 2016”, pero a quien ya se le ha comunicado que “no hay posibilidad de prórroga”. Ulloa afirma que “no es plato de gusto depender de ayudas, porque por el estrés se me está cayendo el pelo. Pero es que por mi trabajo de pocas horas cobro 450 euros, mientras que el alquiler de la casa es de 400 euros, además del agua y de la luz”. A esta beneficiaria de la ayuda el casero le ha dado un plazo de “diez días para presentar los papeles de la ayuda. En caso de no recibirla, tendré que dejar mi casa y buscar una habitación para mí y mis hijos”, ha declarado Idelfonsa Ulloa.