“Reciclar exige un auténtico ejercicio de concienciación, aún más cuando muchos barrios de nuestra ciudad no están dotados de bidones y contenedores separativos cerca de las viviendas”, afirma la viceportavoz socialista Begoña Medina, que ofrece como incentivo “que a cada malagueño que recicle plástico el Ayuntamiento le premie con viajes en el autobús de la EMT y entradas al teatro, por ejemplo”
Viajes en autobús gratis y entradas en la red de institucionales culturales del Ayuntamiento, como el teatro Cervantes, Echegaray o el museo Picasso. Es lo que propone la viceportavoz socialista, Begoña Medina, para incentivar “el correcto reciclaje del plástico en nuestra ciudad” tras proponer un concurso de ideas ”para que los emprendedores malagueños creen un sistema adherido a los contenedores de plástico y de cristal que, tras identificar al ciudadano a través de un lector de QR, pese la cantidad de enseres que deposita y se le premie con entradas a los museos y teatros dependientes del Ayuntamiento de Málaga”.
Para la socialista, “es miel sobre hojuelas, porque se incentiva el reciclaje y también se fomenta la cultura, además del uso del transporte público, porque el ciudadano podrá conseguir viajes en la red de la EMT”. De esta forma, Medina espera que se aprueba una moción que contempla este acuerdo durante la comisión de Sostenibilidad del próximo lunes. “El 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje, un día que tiene como objetivo concienciar a todos, ciudadanos y administraciones, de la importancia de tratar los residuos como medida para proteger el medio ambiente. La correcta separación de residuos y su depósito en los lugares indicados es una responsabilidad de todos los ciudadanos para proteger el medio ambiente, para que el plástico no llegue a los mares y contamine el pescado que consumimos, para frenar el cambio climático”, ha añadido.
Además, “la gestión de los residuos no es eficaz sin el conocimiento y la colaboración de los ciudadanos y ciudadanas. Pero es difícil cuando hay núcleos de población en Málaga que no cuentan con contenedores habilitados para el reciclaje de plástico cerca de las viviendas”, caso de los diseminados más alejados. “Por eso, debemos insistir en que el Ayuntamiento debe poner de su parte”. En la moción, también se pide la puesta en marcha de once ecopuntos en cada uno de los distritos de la ciudad “para facilitar a los ciudadanos poder depositar de forma selectiva residuos de origen domiciliario y de pequeñas dimensiones”. En la ciudad sólo hay un punto limpio, “concretamente en el polígono Guadalhorce. No todas las familias tienen un vehículo propio para cargar residuos como los electrodomésticos para llevarlos allí”.
Sobre el reciclaje de las latas de refresco, Medina ha explicado que cuando acaba la vida útil del aluminio “debemos responsabilizarnos del impacto que genera en el medio ambiente. En el nivel más contaminante del aluminio, una lata de 330 mililitros es responsable de 1.300 gramos de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale aproximadamente a las emisiones producidas por conducir un coche de 7 a 8 kilómetros”. De ahí que la socialista proponga la instalación de estas “máquinas de vending inversas, en las que el ciudadano deposita la lata usada, como también botellas de plástico y recibe como premio de esta acción bonificaciones”.
Aunque en los últimos años Málaga ha mejorado la ratio de recogida selectiva en la ciudad, “aún estamos muy lejos de otras ciudades españolas. Según los datos de Ecoembes relativos a 2021, en Málaga en materia de envases se recicla 13 kilos por habitante y año, mientras que en otras poblaciones de nuestro entorno las cantidades son muy superiores como Marbella, Fuengirola y Mijas, que duplican esta cantidad. Madrid supera los 30 kilos por habitante y año, un índice al que no llega ningún municipio de la provincia de Málaga.
“Además, debemos que tener en cuenta el porcentaje de residuos impropios que se depositan en los contenedores de envases que en el caso de Málaga llegan a 21,5%”, según la socialista. También preocupan los aceites usados que terminan en los sumideros tras su uso. “Esto demuestra que es necesario facilitar al ciudadano mayor información como también facilitarles instalaciones más cercanas que puedan depositar estos residuos impropios en contenedores clasificados”, ha zanjado Begoña Medina.